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11 errores que todo propietario de alquiler vacacional debe evitar

11 errores que todo propietario de alquiler vacacional debe evitar

Cuando te conviertes en el propietario de un alquiler vacacional o de corta estancia hay mucho que hacer y aprender. Una buenísima manera de hacerlo es analizando aquellos fallos que otros han cometido antes que tú. Evitar estos 11 errores comunes entre anfitriones te ayudará a seguir avanzando hacia el triunfo en tu alquiler vacacional.

1. No conocer las leyes, normativas y regulaciones que se aplican a los alquileres de corta estancia

Una de las primeras cuestiones que debes tener en consideración es “¿Se me permite alquilar mi propiedad?”. Te sorprenderás si la respuesta es “no” o “solo bajo XXX circunstancias”. Esto es porque muchas asociaciones de propietarios y cooperativas han establecido normas en contra de subalquilar. Es esencial revisar la normativa antes de registrarse en Airbnb u otras páginas de anuncios de alquileres vacacionales.

También tienes que consultar a los organismos gubernamentales de tu localidad. Siendo los alquileres vacacionales cada vez más populares, muchas instituciones locales e incluso estatales han establecido más regulaciones para limitarlos (o, en otros casos, hasta prohibirlos completamente), imponiendo multas a aquellos que se salten dichas normas. Para mantener tu propiedad totalmente legal, averigua si necesitas algún permiso o licencia, y cómo conseguirlo.

2. Asumir que tu seguro del hogar básico cubre un alquiler vacacional

Asumir que tu seguro del hogar te tendrá cubierto si un huésped se cae por las escaleras o si hay un incendio en tu propiedad puede resultar en un error muy costoso. Muchas pólizas excluyen específicamente a los alquileres de corta estancia. Incluso si no tienes este tipo de exclusión específica en tu seguro del hogar, merece la pena comprobarlo con la compañía para estar completamente seguro. Puede que necesites hacerte con un seguro para alquileres vacacionales o buscar una compañía que te cubra cuando alquiles tu propiedad a otros.

3. No llevar la contabilidad al día (o, simplemente, no llevarla)

Los ingresos que ganas con tu alquiler vacacional no están exentos de IVA, a menos que no llegues a alquilar la propiedad 14 días al año. Puede que te sea posible desgravar algunos costes relacionados con el negocio, como por ejemplo costes de promoción, limpieza y gastos de la casa. Sin embargo, para hacerlo debes tener todos tus números en regla y organizados, apuntando siempre la cantidad de días que se alquila la propiedad, la cantidad de ingresos que recibes y todos tus gastos.

4. No molestarte en saber qué tipo de huésped recibes

Como propietaria experimentada, sé que la mayoría de huéspedes son gente honesta y responsable. Son aquellos que dicen ser, y hacen todo lo que dicen que harán. Sin embargo, siendo realistas, siempre hay excepciones. Cuanto más sepas sobre el huésped que vas a recibir, menos posibilidades tendrás de toparte con problemas.

Investigar un poco sobre el huésped es esencial. Haz muchas preguntas, mira su presencia en internet, pídele documentos tales como el permiso de conducir o el pasaporte para comprobar su identidad. Siempre que te sea posible, habla con ellos antes de que realicen la reserva (si no lo es, ponte en contacto por teléfono justo después). Cuando se trata de conocer a alguien y asegurarse de que son los huéspedes que quieres recibir en tu propiedad, no hay nada mejor que una agradable llamada por teléfono u Skype. Comunícate con ellos y tendrás una mejor idea de quiénes son.

5. No redactar un contrato de alquiler vacacional

El objetivo de redactar un contrato de alquiler vacacional y hacer que tus huéspedes lo firmen es el de asegurarse de que entienden los términos y condiciones de tu propiedad, así como las reglas que se le aplican. Escríbelo con lenguaje llano, no “legal”. Si utilizas una plantilla, asegúrate de adaptarla a la situación específica, en vez de simplemente rellenar los espacios vacíos.

El contrato de tu alquiler vacacional debería incluir detalles tales como las fechas de la reserva, la tarifa total y el importe de la fianza, la fecha límite del pago y el método, tasas de limpieza, política de cancelación, número máximo de huéspedes, etc. Incluye reglas para la casa como la de no fumar, no poner música demasiado alta o no aparcar en las plazas de parking de los vecinos.

6. Dejar a los huéspedes desatendidos

Las cosas pueden ocurrir cuando tú estés fuera; que se estropee el lavavajillas o que un árbol caiga en la carretera a causa de una tormenta. Este tipo de problemas pueden tener consecuencias serias si te encuentras de safari en África o en una campiña en un remoto campo de Portugal, sin cobertura ni acceso a internet. Hasta perder la conexión al WiFi o las llaves puede ser algo realmente molesto si no estás allí para solucionarlo.

Asegúrate de que tus huéspedes pueden llamar a alguien en caso de que algo vaya mal. Si no, arreglarán el problema ellos mismos contratando a la primera persona que les parezca en el buscador de internet, y a lo mejor se irán dejándote una factura bien alta.

7. No avisar a los vecinos

La gente está algo pendiente de este negocio estos días; muchas veces se sienten incómodos o incluso alarmados cuando ven que alguien desconocido entra en su edificio. Protege tu relación con los vecinos haciéndoles saber que hay gente quedándose en tu alquiler vacacional. Da tus datos de contacto a aquellos con los que tengas más confianza y pídeles que te llamen si hay algún problema. También es buena idea dar a tus vecinos los nombres y números de teléfono de tus huéspedes, en caso de emergencia.

8. No arreglar desperfectos que pueden llegar a ser peligrosos

Puede que tú sepas ser muy cuidadoso al pisar el tercer escalón de las escaleras porque lleva años suelto, pero tus huéspedes no están acostumbrados y pueden hacerse daño.

Paséate por la casa (por dentro y por fuera) y presta atención a todos los problemas de seguridad que tienen que arreglarse antes de que lleguen los próximos huéspedes. Reemplaza las baterías de los detectores de humo, arregla cualquier moqueta o alfombra arrugada, repara aquellos marcos de ventana que lo necesiten, etc. Tanto tú como tus huéspedes os alegraréis de que esto se haya llevado a cabo.

9. No proteger lo suficiente los objetos de valor y la privacidad

A pesar de que te hayas informado cuidadosamente sobre tu huésped y hayas pedido una fianza, no puedes esperar que traten los objetos delicados de tu casa como si fuesen suyos. Tampoco puedes asumir que resistirán la tentación de echar un vistazo a los documentos personales que hayas dejado por ahí de cualquier manera. Para el bien de todos, deja las figuritas de tu abuela en la casa de tu hermana, compra una vajilla que no sea demasiado cara y guarda todos tus documentos privados en algún lugar que no se tope con los ojos de los huéspedes.

10. Olvidarse de dejar instrucciones claras

A menudo, los nuevos anfitriones tienen la amarga sorpresa de descubrir que los huéspedes no han sacado la basura el día que tocaba, o que han utilizado un limpiador abrasivo en una superficie delicada. Por otra parte, los huéspedes se frustran cuando no saben cómo ajustar el aire acondicionado o cómo abrir la puerta del portal a las visitas.

Deja a tus huéspedes una “Guía de bienvenida” en la que se explique cómo hacer todas las cosas importantes. Incluye instrucciones claras para ajustar la calefacción y el aire acondicionado, sacar las basuras, utilizar la televisión, dónde encontrar el cuadro eléctrico, y cómo resetear el módem en caso de perder el internet. Menciona todas aquellas peculiaridades de tu casa, como por ejemplo que el baño se atasca con facilidad o que en el grifo “frío” y “caliente” están intercambiados. Tus huéspedes estarán mucho más cómodos y tú recibirás menos mensajes y llamadas de consulta.

11. No comprobar la situación de los huéspedes al llegar a la propiedad

Tus huéspedes apreciarán un mensaje o correo electrónico cortito uno o dos días después de llegar para clarificar cualquiera de sus dudas. No te tomará demasiado tiempo, y les demostrará que quieres que disfruten al máximo de su estancia.


Sobre el autor

Janis Fisher Chan es una autora publicada y una apasionada de los viajes. También ha creado Travel on the House, una página web informacional con consejos para gente que quiere ahorrar a la hora de viajar intercambiando u alquilando sus casas. Puedes contactar con ella en janis@travelonthehouse.com.

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