Si estás pensando en alquilar una vivienda a turistas es muy importante que se ajuste a la legalidad para evitar posibles sanciones.
Una buena forma de amortizar inversiones inmobiliarias es poner en alquiler esa vivienda o apartamento de la que eres dueño pero en la que no vives. Para ello tienes dos opciones: puedes optar por realizar un alquiler convencional de larga duración o bien por un alquiler vacacional.
Ubicación de la vivienda de uso turístico
Para poder alquilar tu vivienda como de manera vacacional deberás seguir una serie de requisitos legales que van a depender del ayuntamiento y la comunidad autónoma en la que esté ubicada la propiedad, por ser una competencia cedida por el Estado en muchos casos. Cada comunidad autónoma y ayuntamiento tienen una regulación y unas limitaciones concretas a nivel legal, por lo tanto deberás ajustarte a tu caso en concreto y consultar su regulación específica.
No debemos olvidar que además de cumplir con la legalidad, existen una serie de obligaciones fiscales derivadas del alquiler que también deberás respetar. Dichas obligaciones vendrán determinadas por los sujetos implicados; si se realiza entre particulares y durante un periodo corto de tiempo, las obligaciones serán distintas a las que se darán si se trata de una actividad económica continuada.
Pasos generales para la tramitación de una licencia turística
A pesar de que la tramitación de una licencia turística dependerá de dónde se encuentre la vivienda, se pueden establecer unos criterios generales.
En este sentido, se deberá atender al plan urbanístico específico, con las particularidades concretas de cada municipio así como de la comunidad o urbanización en la que se encuentre la vivienda. El ayuntamiento procederá a estudiar la densidad de establecimientos turísticos en la zona y vigilará que efectivamente se cumpla con el plan urbanístico. Finalmente, en caso de que la densidad no exceda los límites marcados por el consistorio y que se cumplan con todos lo requisitos, se podrá conceder la licencia.
Contrato de alquiler
Para asegurar tus derechos y delimitar las obligaciones de los que participen de el alquiler (tanto huéspedes como propietarios), así como para asegurar que se respeta la normativa concreta, será esencial encargar a un abogado la redacción de nuestro contrato de arrendamiento. Este tipo de contratos no se rigen por la Ley de Arrendamiento Urbanos, sino por la legislación autonómica específica sobre alquiler vacacional y por la autonomía de las partes. Por ello, si vas a autogestionar el alquiler de una vivienda vacacional, conocer y delimitar los términos del contrato evitará conflictos en el futuro.
En líneas generales, las cuestiones que tendremos que tener en cuenta serán: precio, cantidad de la fianza para prevenir posibles daños, período de alquiler, especificar si los suministros se encuentran incluidos en la renta, honorarios, condiciones de cancelación y todas aquellas cuestiones derivadas del uso de la vivienda.
Si es una empresa inmobiliaria la que se va a encargar de gestionar tu alquiler vacacional, es muy importante que se realice un contrato de prestación de servicios con dicha empresa.
Derechos y obligaciones del inquilino
El inquilino de un arrendamiento vacacional, tal y como sucede en los alquileres convencionales, va a tener una serie de derechos y obligaciones principales que se han de respetar:
- Obligaciones del inquilino: La principal obligación es el pago de la renta acordada, además de mantener el inmueble en el mismo estado en el que lo encontró a la hora de formalizar el contrato.
- Derechos del inquilino: El inquilino tendrá el derecho a escoger cuándo quiere reservar la vivienda en caso de que esté libre, así como cancelarla respetando las condiciones de cancelación establecidas en el contrato. Por lo que se refiere a la fianza, el inquilino tiene derecho a su reembolso siempre que haya conservado la vivienda de forma adecuada y esté en el mismo estado que la encontró en el momento en que finalice el contrato.
Sobre el autor:
Márquez&Abogados es un bufete de abogados que ofrece asesoramiento jurídico en derecho mercantil y civil, y está especializado en derecho inmobiliario.