¿Qué significa alquiler íntegro?
El alquiler íntegro es un término frecuentemente utilizado en el contexto de las casas rurales. El significado de alquiler íntegro es la cesión de una propiedad en su totalidad, con fines de alojamiento turístico y para uso y disfrute de sus huéspedes.
Una de las principales características del alquiler íntegro es el uso de tarifas cerradas, lo que significa que la cuantía a pagar por el arrendamiento de la propiedad es independiente del número de huéspedes: el precio de un alquiler íntegro se basa única y exclusivamente en el número de días contratados.
Las tarifas cerradas hacen que el alquiler íntegro sea una opción excelente para los propietarios de casas rurales que buscan alojar a grupos grandes de huéspedes. Las bodas, los bautizos o las cenas de empresa son sólo algunos ejemplos de clientes potenciales que se verán atraídos por el ahorro y la simplicidad de los precios fijos.
De hecho, el alquiler íntegro es con mucha diferencia la modalidad de arriendo de casas rurales más común en España. Según Statista, el 73% de ellas se alquilan de esta manera, frente a un 22,36% que se arriendan por habitaciones y un 5% que dejan escoger a sus huéspedes.
¿Qué alternativas hay al alquiler íntegro?
La principal alternativa al alquiler íntegro es el alquiler por habitaciones. Si bien hoy en día se trata de una opción algo minoritaria, estas casas rurales tienen una importante ventaja sobre el alquiler íntegro: la comodidad.
El alquiler por habitaciones ofrece una serie de servicios complementarios al hospedaje, como el desayuno, el lavado de la ropa y la limpieza de las habitaciones, que no están disponibles en las propiedades de alquiler íntegro.
El lado negativo del alquiler por habitaciones es que, al ofrecer este tipo de servicios, tu casa rural tendrá la consideración de actividad económica a ojos de Hacienda, en lugar de como un capital que te otorga rendimientos. ¡Ten este detalle muy en cuenta antes de tomar ninguna decisión!
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del alquiler íntegro?
El alquiler íntegro es seguramente la forma más simple que existe de poner una casa rural en el mercado de alquiler vacacional. El precio que deben pagar los huéspedes es fijo y se calcula por día, con lo que hasta los propietarios más novatos lo tendrán fácil para hacer sus cuentas.
Sin embargo, el alquiler íntegro implica casi siempre renunciar a alojar a parejas, nómadas digitales o turistas que viajen por su cuenta, ya que muy probablemente éstos no estén dispuestos a pagar por un espacio que no van a utilizar.
La temporada baja es todo un desafío para estos alojamientos. Las probabilidades de encontrar a un grupo de 6 viajeros que quiera reservar tu propiedad durante estos meses son bastante escasas, mientras que alquilar por habitaciones te permite ofrecer precios competitivos a grupos de 1 o 2 personas en busca de una escapada de fin de semana.
Por último, los márgenes del alquiler íntegro también suelen ser más bajos que los de otras modalidades. Comprar las piezas de un coche por separado siempre va a ser más caro que adquirir el automóvil entero, y lo mismo pasa con los alquileres turísticos: el trabajo extra de alquilar por habitaciones se compensa con un mayor margen de beneficio en cada una.