La invasión rusa de Ucrania ha supuesto un auténtico shock a nivel mundial, cuyos efectos ya se están haciendo notar en muchos aspectos de nuestras vidas: la cesta de la compra es cada vez más cara, el combustible ha experimentado una subida sin precedentes y la huelga del transporte provocó desabastecimientos temporales en algunas zonas de España.
Si alguno pensaba que el sector del turismo iba a ser ajeno a estas convulsiones, mucho nos tememos que no podría estar más equivocado. El turismo ruso representaba antes de la pandemia alrededor del 2% de los ingresos turísticos en España, y si bien desde entonces los números habían caído mucho, se esperaba poder volver a la normalidad en 2022.
Sin embargo, las sanciones occidentales y el rechazo generalizado de la sociedad a las acciones del gobierno ruso han hecho que las expectativas del sector se hayan desvanecido por completo.
A día de hoy, la pregunta que muchos propietarios y gestores de alquileres vacacionales se están haciendo es cómo les va a afectar la situación. Con el propósito de responder a esta pregunta hemos elaborado este artículo, en el que detallaremos los principales efectos del conflicto en el sector y cuáles serán las zonas más afectadas. Sigue leyendo para conocerlos.
¿Cuáles serán las principales consecuencias para el sector?
No cabe duda alguna: el sector del alquiler vacacional se verá afectado por la guerra, y algunos efectos ya los estamos viendo ahora mismo. En esta sección te contamos los más importantes.
1. Aumento del coste de los suministros
El aumento del precio de la electricidad está siendo uno de los golpes más duros para la sociedad española, y también para el sector del alquiler vacacional. El precio de la luz lleva desbocado desde que comenzó la guerra, con picos puntuales de hasta 545 € por mWh.
Afortunadamente, España y Portugal negociaron la semana pasada con el resto de países de la Unión una excepción que les permitirá poner tope a los precios del gas que se utiliza para generar electricidad.
Si bien se espera que esto permita una rebaja del precio de la luz, no hay que hacerse demasiadas ilusiones: la tarifa seguirá siendo mucho más cara que antes.
No hay que olvidar tampoco los efectos de la inflación, que se encuentra en máximos históricos tras el doble zambombazo de la pandemia y ahora la guerra en Ucrania. Ante esta tesitura, no ha de extrañarnos ver en los próximos meses cómo el precio de las estancias sube en muchos alquileres vacacionales.
2. Caída del turismo de lujo
El turismo de lujo será uno de los más afectados por la situación actual, por un sencillo motivo: por lo general, el turista ruso gasta más.
Según datos del INE, España recibió en 2021 a más de 133.000 turistas rusos, que realizaron un gasto en el país de 228 millones de €. Para este año se esperaba una recuperación que permitiese acercarse a números prepandemia (1,3 millones de llegadas), pero el estallido de la guerra ha echado estas expectativas por tierra.
Así con todo, las cifras del INE son testimonio de una realidad que muchos en el sector conocen: el alto poder adquisitivo del turista ruso, que gastaba de media 119 € al día y cuya estancia en nuestras lindes solía durar unos 14 días.
Cataluña y, en menor medida, la Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias y Andalucía se verán particularmente afectadas por el adiós al turista ruso, que suponía en zonas como Tarragona casi el 20% de las pernoctaciones.
Ahora, aquellos que centraban su alquiler vacacional en este tipo de viajero se verán forzados a buscar alternativas.
3. Reducción de las llegadas de turistas
Los turistas provenientes de Rusia no serán los únicos perjudicados por el conflicto bélico en Europa. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ya pronosticó a finales de marzo que las aerolíneas subirían sus tarifas como consecuencia del aumento del precio del petróleo, a estas fechas un 96,2% más caro que hace un año.
Si a esto le sumamos la disrupción de las rutas aéreas, que ahora deben evitar sobrevolar los espacios aéreos ucraniano y ruso, tenemos entre nuestras manos un cóctel explosivo: algunos trayectos aumentarán su duración entre 3 y 5 horas.
Por otra parte, no hay que olvidar el componente anímico: es probable que los ciudadanos de países más próximos al conflicto, como Finlandia, Polonia o las repúblicas bálticas, pierdan algo de apetito por los viajes al extranjero ante la complicada situación local.
Conclusiones
Desgraciadamente, este 2022 nos toca ver de nuevo al fantasma de la guerra asomarse por Europa. Tras los trágicos eventos de los años 90 en los Balcanes, muchos pensaban que tendríamos una paz duradera. Sin embargo, no ha sido así, y la guerra ha vuelto con fatales consecuencias.
El principal perjudicado por este conflicto es sin lugar a dudas el pueblo ucraniano, pero en el mundo profundamente interconectado de hoy en día, lo que ocurre en un rincón acaba por afectar al resto, y el sector del alquiler vacacional también deberá soportar los efectos de esta guerra sin sentido.
Esperamos que este artículo te haya resultado interesante. Si te ha quedado alguna duda o quieres hacer algún comentario, no te lo pienses y escríbenoslo más abajo.