Tu alojamiento tiene éxito, tus huéspedes están encantados y tu calendario no podría estar más lleno. Podría decirse que todo marcha a la perfección, si no fuese por un pequeño detalle: ¡tus vecinos no soportan tu alquiler vacacional!
¿Te suena esta historia? Por extraño que parezca, para muchos anfitriones mantener contentos a sus vecinos es uno de los retos más desafiantes a los que tienen que enfrentarse.
Es bastante común encontrarse con vecinos que igualan los pisos turísticos a fiestas sin control y huéspedes conflictivos. No vas a lograr convencer a todo el mundo, pero vale la pena intentar demostrar a los vecinos que tu alojamiento también puede aportar algo bueno al barrio.
Ahora bien, si ya has recibido quejas, lo primero que deberás hacer es asegurarte de que no se vuelven a repetir. Sigue leyendo para conocer las 4 mejores maneras de mantener contentos a los vecinos de tu vivienda vacacional.
¿Puede la comunidad de vecinos prohibir el alquiler vacacional?
Una de las dudas más comunes de los propietarios de alojamientos turísticos es si la comunidad de vecinos puede prohibir el alquiler vacacional en sus estatutos. La respuesta es que depende.
Como muchas otras cosas en España, la normativa de la vivienda turística en España es competencia de las comunidades autónomas, por lo que en función de dónde se encuentre tu alojamiento puede que esta práctica sea legal o no.
No te olvides tampoco de que, en algunos lugares, no sólo pueden los vecinos prohibir el alquiler vacacional, sino que también lo hace el propio ayuntamiento.
¿Cómo evitar quejas de los vecinos de tu alquiler vacacional?
Hay muchos motivos por los que es importante mantenerse en buenos términos con los vecinos de tu alquiler vacacional. No sólo tendrás un par de ojos extra vigilando tu propiedad, sino que posiblemente tus huéspedes se encontrarán también con un recibimiento más agradable que si fuese de otra manera.
¿Estás intentando mejorar o reconducir la relación con los vecinos de tu alojamiento? Sigue los consejos que te mostramos a continuación para conocer las mejores formas de hacerlo.
Habla con ellos en persona
Si hay algo que los vecinos de alquileres vacacionales suelen detestar, es no poder ponerle cara a la persona que está enviando a tantos desconocidos a su comunidad. De hecho, lo que mucha gente busca del lugar en el que viven es cierta sensación de vecindad, algo complicado cuando no paras de ver caras nuevas semana sí y semana también.
Dado que esto último es inevitable, te recomendamos que al menos intentes presentarte ante los vecinos. De esta manera humanizarás tus interacciones con ellos y evitarás malentendidos, que en las conversaciones por teléfono o WhatsApp son mucho más comunes.
Recuerda que, al final del día, tu estás ganando dinero con un negocio y quienes tienen que lidiar con las posibles molestias que causen tus huéspedes son los vecinos. Hablar en persona con ellos y mostrarles tu voluntad de solucionar el problema es la mejor forma de mostrar empatía y mantenerles contentos.
Demuestra que cumples con las normas
En ocasiones, hablar con los vecinos no bastará para aliviar las tensiones. En estos casos, es posible que debas recordarles que cumples con todas tus obligaciones como propietario de un alquiler vacacional.
Obviamente, ten cuidado. No quieres que suene como que te estás cerrando en banda a negociar, pero puede ser positivo recordarle a los vecinos que no estás haciendo nada ilegal.
Prohíbe los eventos y las fiestas
Muchas veces lo que molesta a los vecinos no es la mera existencia de tu alquiler vacacional, sino los huéspedes que se dedican a organizar fiestas y hacer ruido hasta altas horas de la madrugada. Nadie quiere escuchar gritos y música en su habitación un miércoles por la noche, ni encontrarse con que todas las plazas de aparcamiento están ocupadas por tus huéspedes.
Si tu relación con el vecindario se está resintiendo por este motivo, plantéate estipular la prohibición de organizar eventos y fiestas en las normas de la casa. Si aún así esto no funciona, hay otras opciones disponibles. Puedes establecer una edad mínima para los viajeros, o establecer una cláusula de ruidos en el contrato de alquiler vacacional.
Las reservas que pierdas probablemente se vean compensadas por los gastos que te evitarás si uno de tus vecinos, harto de ruidos, decide romperte una ventana o encararse con uno de tus huéspedes.
Restringe los horarios de check-in y check-out
A veces, el problema no es que tus huéspedes sean unos fiesteros, sino que simplemente llegan muy tarde a la propiedad. El sonido de maletas rodando por las aceras puede llegar a ser increíblemente molesto, sobre todo si lo estás escuchando constantemente.
Restringir el check-in y check-out a horarios razonables es una de las mejores maneras de evitar molestias innecesarias a tus vecinos, y es una medida muy común por parte de los propietarios de alquileres vacacionales.
En algunos casos concretos, incluso podrías plantearte limitar el check-in a los fines de semana, con lo cual también estarías incentivando a tus huéspedes a realizar reservas de mayor duración.
Conclusiones
Asegurarte de que tu alquiler vacacional no causa molestias a los vecinos es la mejor manera de evitar ser el protagonista de una de las famosas historias de terror en Airbnb.
Es cierto que, en ocasiones, puede parecer imposible contentar a vecinos y huéspedes por igual, pero siempre y cuando te conozcas y sigas las normas de tu comunidad de vecinos al dedillo deberías evitar tener problemas.
En general, intenta admitir sólo a huéspedes que serían buenos vecinos. Recuerda que todos queremos vivir tranquilamente en nuestras casas, y evitar conflictos es la mejor manera de conseguir que tu negocio perdure en el tiempo y no acabe causándote problemas.
Esperamos que este artículo te haya sido útil. Si tienes algún otro consejo para evitar quejas de los vecinos de tu alquiler vacacional, te ha quedado alguna duda o quieres contarnos la historia de cómo lograste solucionar una situación del estilo, ¡no te lo pienses y escríbenosla en los comentarios!